Como todos los años, el último fin de semana de marzo es el momento para adelantar los relojes una hora. Así, a las dos de la madrugada esa hora pasará en un instante y serán las tres. Ojo, que no es necesario levantarse a cambiar el reloj. Basta con adelantarlo una hora al acostarnos o esperar a la mañana siguiente para hacerlo.
Dormiremos una hora menos y seguro que habrá opiniones para todos los gustos y algunos verdaderamente sufrirán con el cambio. Pero la mayor parte de los mortales nos acostumbraremos en pocos días.
Y tendremos más horas de luz por la tarde para salir a pasear.
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