Cuando alguien se enfada o está alterado, abre las aletas de las narices más de lo habitual. Incluso los artistas antiguos, cuando querían representar la figura enfadada, la pintaban con las fosas nasales muy abiertas, como hacen los toros cuando resoplan y se disponen a embestir.
Significa, por lo tanto, que estás enfadado o enojado. Para dar una expresión de enfadado a un rostro sereno, basta con hacerle
fruncir el ceño y ensancharle las aletas de la nariz. Así, cuando a alguien se le hinchan las narices es porque está siendo molestado continuamente y está a punto de estallar.
Iván 6º B
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