Buscarle tres pies al gato, es un dicho que ha ido cambiando con el tiempo, porque antes se decía buscarle cinco pies al gato. Al principio se decía cinco pies, y si ves la sombra de un gato, a veces parece que tiene cinco pies por culpa de su sombra. Al tener cola, en la sombra aparece como un quinto pie, por eso solemos decir buscarle tres pies al gato, porque es imposible que un gato tenga tres pies, es absurdo. Nadie se imaginaría a un gato, con toda la agilidad que tienen, sosteniéndose sobre tres patas, o tres pies.
En el Quijote, Cervantes escribió tres pies al gato en lugar de cinco, y desde entonces hemos cogido la costumbre de decir buscarle tres pies al gato. El dicho significa que alguien se empeña en hacer algo peligroso o temerario que puede hacerle daño o también significa que está buscando soluciones que no tienen ningún sentido, cuando ocurre eso usamos el dicho: buscarle tres pies al gato.
Escrito por Laura 6º B
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