En el primero, había que transformarse en árboles y saltar con los pies juntos huyendo de dos leñadores que si los alcanzaban los cortaban y debían caer al suelo. Mientras, otro alumno hacía de madre tierra que les devolvía la vida. Se unió un leñador más y cada vez era más difícil sobrevivir. Simboliza la desaparición de los árboles por la tala excesiva por parte de los hombres.
En el segundo, sobre las mesas de ping-pong, se colocaron alubias y se partió la clase en cuatro grupos. Tenían un tiempo para recolectar todas las que pudiesen, pero lo hacían por turnos. El primer grupo conseguía muchas, el segundo menos, el tercero algunas y para el último apenas quedaba. Se cambió el orden de los grupos pero al último siempre le quedaban las migajas.
Simboliza el consumo cada vez mayor por ser cada vez más habitantes en el planeta.
Finalmente, en clase, se reparieron tarjetas con nombres de objetos que tiramos a la basura y cada uno debía indicar el contenedor al que debía ir: azul (papel y cartón), amarillo (latas, plásticos y brics), verde (vidrio), gris (basura doméstica) y marrón (restos orgánicos), Hubo algunas dudas, pero se acertó en lo esencial.
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