VISITAS

lunes, 25 de junio de 2018

FOTO DE DESPEDIDA DEL CURSO 2017-18

Después de dos cursos compartiendo numerosas experiencias hoy llega el momento de decir hasta otra ocasión. El grupo de 21 alumnos se va a diseminar en diez institutos distintos, alguno fuera de la ciudad de Madrid. Suerte a todos en esta nueva etapa que comenzará en septiembre.




DISCURSOS DE ANA VLADISLAV Y MIGUEL PROFE EN LA GRADUACIÓN

DISCURSO DE ANA VLADISLAV

Buenos días a todos y a todas:

Quería dar las gracias por todas las personas que están hoy aquí. Agradecer a los profesores que alimentaron nuestros sueños y nos dieron los alcances necesarios para lograr nuestras metas, aquellos que con el transcurso del tiempo se volvieron nuestros amigos compartiendo sus enseñanzas y experiencias. Más que nada dedicarles este logro a nuestros padres por el apoyo que nos han dado en cada momento, por todos los esfuerzos que hacen y han hecho porque nosotros estemos ahora frente ellos como profesionales. Mis amigos, gracias por su amistad sincera, por sus sonrisas y confidencias, este es el inicio de nuestros propios caminos que espero que vuelvan a cruzar. Con el tiempo hemos ido formando una pequeña familia. Para mí este colegio ha sido como mi segunda casa en la que estaba a gusto junto a mis compañeros. Me pregunto, ¿cómo será mi primer día de instituto sin mis amigas y amigos? Será difícil pero siempre estaréis conmigo porque gracias a vosotros estoy hoy aquí, en mi graduación junto a vosotros. Gracias a todos. 


DISCURSO DEL TUTOR

SER, ESTAR Y PARECER


Buenos días a todas las familias.
Quiero mirar al futuro y desear suerte a todos los que pasáis al instituto. No será un camino fácil.
Y voy a centrarme en tres palabras: ser, estar y parecer.
PARECER. Es importante que deis buena imagen al llegar al instituto. Es lo primero que verán vuestros futuros profesores.
ESTAR. Más importante aún es estar preparados para trabajar  y estar dispuestos a mejorar cada día.
SER. Es fundamental ser buen alumno, pero si no llegáis a serlo es más importante aún ser buena persona.
Y como dijo Diego (Simeone): “Si se cree y se trabaja, se puede”.
Buen verano y a comenzar con energía. 

viernes, 22 de junio de 2018

ÚLTIMA SESIÓN DE 'COPIA'

Acabó el miércoles la última sesión de COPIA (COMISIÓN DE PARTICIPACIÓN INFANTIL Y ADOLESCENTE).  Agradecemos a Alejandra y a África su trabajo y su dedicación. El próximo curso esperamos recibirlas con nuevos proyectos. Feliz verano.

sábado, 2 de junio de 2018

PENÚLTIMA SESIÓN DE LA COPIA: ESTEREOTIPOS SOBRE GÉNERO



NATHALIA GANA EL SEGUNDO PREMIO DEL CERTAMEN DE NARRARIVA 2018


UNA PRINCESA, UN TANTO DIFERENTE.
 2º Premio de Narrativa

Una princesa, Estrella, tenía todo lo que quería: vestidos, zapatos, dinero... pero aún, así ella sentía que le faltaba algo.
Sus padres, no tenían mucho tiempo para estar con ella, pues tenían que reinar.                                                                                                                                                   Estrella, nunca estaba satisfecha del todo, y eso a sus padres le angustiaba.  Ellos sentían que lo que le daban, no le hacía feliz a ella.
Una mañana, como otra cualquiera, Estrella se asomó al balcón de su castillo, y miraba como la gente paseaba, sonreía, los niños jugaban y le volvió ese sentimiento, de que le faltaba algo.
 No iba al colegio, porque cuando cumpliera los quince, sustituiría a su madre. Ella con tan solo catorce años no se veía preparada para esa responsabilidad, tenía miedo de que lo hiciera mal y no saber qué hacer.
Estrella no solía salir de su cuarto, ya que como había tantos sirvientes que le traían todo. Ella se pasaba horas y horas en su cuarto pintando o si no mirando por el balcón.
Ella deseaba, aunque fuera solo por un día, ser como las demás personas. Ser como las personas que estaban abajo y ella siempre las miraba desde su balcón. Pasados dos meses, Estrella seguía igual y cada vez le quedaba menos para ser reina.  Para su cumpleaños ella quería una sola cosa, que por un día pudiera ser otra persona. Dos días antes de su cumpleaños se despertó en otra cama, en otro cuarto, muy diferente al suyo. Se miró y llevaba un vestido largo, un poco manchado. No entendía nada, así pues decidió salir a la calle. La calle estaba toda llena de gente, por un segundo pensó: “¿Esto es un sueño?”. Siguió caminando y de repente vio una gran torre. La reconoció en seguida, esa torre era donde siempre se asomaba y veía a todas esas personas, que ahora las veía más de cerca. En esa milésima de segundo lo entendió todo, se había cumplido su deseo. No sabía cuándo, ni por qué pero iba a aprovecharlo. Primero pensó que iba hacer y lo que se le ocurrió fue ir a por comida. Desde su balcón siempre llegaba un rico olor a manzana caramelizada, así, fue al puesto donde las vendían y compró una.
Se fue a sentar, al lado había una chica, parecía de su misma edad, está pintando, Estrella le preguntó:
  - ¿Qué te gusta dibujar?
  - Me gusta dibujar retratos, -le respondió. 
  - A mí también me gusta dibujar, -dijo Estrella.
Lucía, siguió dibujando, y le dijo: " Yo soy feliz dibujando, no necesito nada más".                              Estrella veía en Lucía la pasión que a ella le faltaba. Después de que ese día se acabara, se durmió y a la mañana siguiente se despertó, como si nada hubiera pasado.
Salió al balcón y miró al mismo banco en el que se había sentado con aquella niña, Lucía, la vio allí sentada dibujando. Apenas eran las nueve de la mañana, y ya estaba allí. Sonrió, y empezó a retratar a Lucía, desde su balcón. Ese día sintió que estaba preparada para todo y recordó las palabras de Lucía: "Yo soy feliz dibujando,no necesito nada más".                                                                                       
Al día siguiente era su cumpleaños y la coronación para ser reina. Estaban todos allí presentes, tanto como los de la nobleza, como los campesinos. No vio a Lucía. Justo cuando le ponían la corona apareció Lucía, en ese momento Estrella se sintió capaz de todo. En Lucía veía como sería ella sino fuera una princesa. Después de la fiesta, Estrella le dio a Lucía el retrato que había hecho de ella la mañana anterior. Lucía la abrazó muy fuerte. Estrella ya no tenía ese sentimiento de insatisfacción, y sabía que era gracias a Lucía.
Desde aquel día, Estrella y Lucía fueron inseparables, aunque fueran de dos mundos muy distintos.    Sus padres se sentían orgullosos de ella.
 Nathalia 6º B