En clase aprendimos que hay algunas plantas que tienen reproducción asexual, es decir, que cogemos un tallo especial, lo plantamos en otra maceta y conseguimos una planta igual que la original.
En esta foto vemos la madre y sus hijas, que lentamente van creciendo. Cuando llegue la primavera darán el estirón y será el momento de cambiarlas de maceta.
Están bien cuidadas y protegidas, gracias a un 'ángel de la guarda' que se llama Cati, una de las limpiadoras del centro que las cuida y protege.